La Psicología Social como puente de acceso: Desde Luján a Latinoamérica

Por P.S. Silvia Malmoria

Al aceptar la propuesta del mes de Pichón y pensarme desde ese escenario, la palabra puente me convoca al despliegue de múltiples construcciones.

Pichon me traslada al campo de la observación del hombre en situación, y no pudiendo escapar de ello, como tampoco del emergente que atravesamos como grupo social, es que se realiza este escrito conjuntamente y acompañado del dispositivo psicosocial que llevamos adelante.

Distintas crisis han afectado a Latinoamérica a lo largo de su historia, provocando diferentes efectos en las sociedades, por ello es importante el trabajo en prevención y promoción de la salud mental. Para muchos sujetos una crisis y/o catástrofe implica una situación personal traumática en donde se pierden vidas de seres queridos, el hogar, los bienes, la salud, o el empleo. Esta situación es asemeja con lo que hoy atravesamos mundialmente con la pandemia. En este momento resulta necesario el despliegue de una serie de estrategias y de acciones concretas que refuercen los sistemas de sostén individual, familiar y comunitario para incrementar la capacidad de afrontar la situación de crisis por la que se encuentra atravesando la salud mental.

En la actualidadson muchos las países del continente latinoamericano que no están adecuadamente preparados para hacer frente a esta crisis, ya sea por diversos motivos, políticos, económicos, sociales, de gestión, etc. y por consiguiente se ven afectados, no pudiendo responder de una manera eficaz y rápida.

Toda crisis ocasiona una importante interrupción en el funcionamiento del grupo social, produce impactos y pérdidas que exceden la capacidad de la sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios recursos.

El impacto psicosocial de la crisis sobre las personas puede depender de múltiples factores:

  • La naturaleza del suceso: producen un mayor impacto los inesperados, los cuales implican una situación de estrés prolongada y de afectación colectiva; pudiendo generar sentimientos de impotencia y reacciones emocionales en busca de algún culpable, inhibiendo de alguna manera la capacidad de reflexionar y tomar decisiones acertadas.
  • Las características de la personalidad y la vulnerabilidad de los sujetos afectados. Las crisis de mayor trascendencia, al implicar una emergencia de carácter colectivo, generan un impacto mayor, pues no sólo se vive solo desde lo individual sino que también se encuentra afectada la red familiar y social de apoyo. Se pueden encontrar grupos etarios más vulnerables que otros, como nuestros adultos mayores en este caso
  • El entorno y las circunstancias. Si bien las catástrofes no eligen a las víctimas, en muchos casos afecta más duramente a las comunidades que sobrellevan situaciones de vulnerabilidad social; derivando en limitaciones de acceso a los servicios sociales y de salud. Otro aspecto a tener en cuenta es el trato mediático que tiene la situación de crisis, ya que esto puede ser un factor que potencie los procesos sociales que se despliegan en una situación de emergencia humanitaria.

¿Cómo surge nuestro dispositivo? La palabra pandemia resonaba en todo el escenario social, pero se agudizo el miedo en nuestra comunidad Lujanense (Pcia. de Bs. As.) ante la primera víctima mortal que se cobraba. Emergía así un nuevo contexto social, histórico e incierto.

Nuestro dispositivo surge pensado en el abordaje y asistencia de sujetos y la necesidad de conformarnos en un equipo de trabajo psicosocial que aloje las situaciones de crisis existentes de nuestra ciudad de Lujan, brindando un espacio de escucha y contención local. La red la conformamos desde nuestro espacio de Facebook y línea de whatsaap institucional. Para nuestro asombro, debimos organizarnos en guardias de 4 horas diarias por dupla para cubrir las 24 hs, las consultas aumentaban, los sujetos tenían necesidad de ser acompasados, de un espacio donde puedan poner en circulación la palabra. Y fue así que agregamos dos líneas más de teléfonos, y ya el territorio lujanense fue solo el inicio, porque comenzamos a transitar un viaje sin fronteras. Y nuestros puentes de acceso psicosociales se conectaron con Latinoamérica y Europa. Fue Pichón nuestro gran maestro que nos invita a crear y creer en este dispositivo, es El quien nos invita a indagar en lo cotidiano, a bucear en lo obvio, a hacer manifiesto lo latente y ponerle voz a lo no dicho, es quien nos propone una mirada crítica y ampliar y flexibilizar nuestro E.C.R.O.

Este dispositivo cuenta con un grupo de trabajadores de la psicología social sensibilizados con las necesidades emocionales de los sujetos, con un bagaje de herramientas que permitió la creación de un ambiente de seguridad y esperanza.

Son tiempos de movimiento, de acción y re adaptación a la realidad, en este espiral dialéctico donde la empatía y Resiliencia nos muestran el camino.

Existen diversas perspectivas y modelos de intervención psicosocial en situaciones de crisis y/o catástrofes. Nuestras intervenciones ponen énfasis en la cuestión temporal: durante y después del acontecer catastrófico y/o de crisis. Los intereses son prioritariamente puestos en las respuestas desde dos puntos de vista: las consecuencias de la comunidad frente al desastre y las intervenciones que podemos realizar como profesionales de la psicología social en ese ámbito comunitario. De esta manera, se establecen acciones y estrategias según fases o etapas, las cuales representan la evolución de la crisis en distintos momentos.

Nuestro modelo de intervención psicosocial se basa fuertemente en el empoderamiento y la participación de los sujetos afectados, para que se integren a sus actividades. El foco está puesto en la potencialidad y/o capacidad, no en la falta del sujeto. La concepción de salud mental tiene un componente comunitario en donde se busca integralidad en las acciones de promoción, prevención, atención y recuperación, a nivel familiar y comunitario en las poblaciones afectadas.

El abordaje está enfocado a los Primeros auxilios emocionales en Emergencias, orientados para ayudar de manera inmediata a las personas a restaurar su equilibrio psicosocial. En varias ocasiones nos encontramos que ésta situación de pandemia puso de manifiesto otras situaciones latentes desde la individualidad como en lo colectivo; debiendo en algunas intervenciones gestionar derivaciones a profesionales de la salud, u organismos gubernamentales de abordaje de violencia de género o consumos problemáticos.

Algunas de las estrategias que tenemos en cuenta para las intervenciones in situ y a posteriori son:

  • La intervención debe ser llevada a cabo con inmediatez en la atención y que se pueda percibir la proximidad emocional con el asistido.
  • Debe tener objetivos bien definidos a corto plazo, con expectativas realistas. Es dirigida a reducir síntomas (angustia) y estabilizar la situación psicosocial de la persona y de la familia.
  • Debe efectuarse con procedimientos simples y bien orientados, con pragmatismo y flexibilidad, ofreciendo apoyo humano y empatía. Debe fortalecerse la solidaridad grupal, familiar y social.
  • Orientar hacia una re estructuración y re orientación de la vida de las personas ante la situación
  • Ayudar a ver o repensar acerca de la situación que vivencia, es decir poner al sujeto en proyecto.
  • Permitir una expresión abierta de emociones, catarsis y verbalización de su acontecer, lo cual ayuda a la reducción de síntomas.
  • El enfoque de intervención debe ser integral debe enfocarse con perfil preventivo y perspectiva social.

Las catástrofes y/o crisis producen una ruptura de la cotidianeidad de las personas, familias y comunidades; intensificando las vivencias de incomunicación e impotencia y esto puede hacer emerger con mayor fuerza la necesidad de encontrarse con otros, aquí la integración y pertenencia a un grupo permite fortalecerse a sí mismo, a la vez que facilita la continencia a través de la comunicación e intercambio. Los grupos pueden facilitar y participar en trabajos de gestión comunitaria, coordinación y formación de redes aunque hoy solo sea a través de lo virtual.

La conformación de grupos contribuye a generar confianza y crear espacios de intercambio de experiencias, expresión de sentimientos y búsqueda de alternativas de afrontamiento, posibilitan exteriorizar las emociones y verbalizarlas, así como el reconocimiento de sentimientos, fomenta el espíritu de solidaridad y apoyo mutuo, contribuye a desarrollar sentido de pertenencia e identificación con el grupo, me permite construirme con un otro.

Las reacciones emocionales son intensas, el sujeto siente interrumpida su vida y presenta variedad, que van desde el miedo paralizante a la agitación desordenada y desde la anestesia sensorial al dolor extremo. Esto implica que las personas podrían experimentar algún grado de dificultad para la toma de decisiones.

El miedo latente, el temor y la angustia aparecen en los sujetos sociales produciendo alteraciones para conciliar el sueño, falta de apetito, además de dificultarse el desarrollo normal de sus tareas habituales.

Si a ello le sumamos la persistencia de la amenaza o la necesidad del desplazamiento, resulta fácil entender que los procesos de re adaptación se postergan y las manifestaciones psíquicas corren el riesgo de agravarse y volverse secuelas permanentes. Aquí se producirían procesos internos en cada sujeto que estarían mediados por la necesidad de manejar simultáneamente las emociones personales (el duelo, la pérdida) y las relaciones interpersonales (el compromiso con el otro); en esta fase el cumplir con las tareas de la vida cotidiana resulta una carga pesada para algunos, mientras que para otros ese cumplimiento puede representar un primer paso para reparar el quiebre que se estableció en sus vivencias de cotidianas.

Por último es necesario tener en cuenta La sistematización de las experiencias y de los modelos de abordaje de la problemática psicosocial en comunidades afectadas por situaciones de desastres, catástrofes y/o crisis aún resulta incipiente y debe resaltarse su importancia, para tener documentos que sirvan de guía a los profesionales, las comunidades y las organizaciones.

*Este escrito fue inspirado por el incansable y preponderante trabajo de mis colegas psicosociales que acompasan en este dispositivo:

-Javier Sosa; Yamila Ceyba; Alberto Gomez Saavedra; Silvia Olguin; Silvia Lescano; Matias Fernandez; Isabel Honecker; Yamila Zapico Fernanda Denevi.

A Todos Ustedes GRACIAS! Y a seguir construyendo-Nos

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